Receta de tarta de trufa y nata

Hacer una tarta de trufa y nata es un modo elegante de crear un postre de pastelería en casa y a un precio mucho más económico. No solo es fácil de hacer sino que es una auténtica delicia.
Para los que hayan hecho postres, saben que la trufa se puede hacer de mil maneras diferentes. Aunque todas llevan nata, se puede usar tanto polvos de cacao y azúcar glasé como de chocolate derretido y azúcar blanca. Para la elaboración de esta tarta se usará la segunda opción para que quede un sabor más intenso.
Como siempre, antes de ponernos a trabajar es conveniente leer la totalidad de la receta para elegir las posibles opciones.

Lo que se va a necesitar en la preparación de la tarta

En cuanto a ingredientes, se va a necesitar: dos bases de tarta redondas, un litro de nata, 20-50gr de azúcar glasé, 20-50gr de azúcar blanca, 100-250gr de chocolate negro. Opcional: mermelada de fresa, frambuesa o similar.
Además, como utensilios, se habrá de tener un caldero y recipiente para hacer baño maría, batidora eléctrica con varillas de montar y una manga pastelera o jeringa pastelera.

La base del pastel de trufa y nata

En primer lugar, cortamos el chocolate y lo fundimos al baño María. La cantidad de chocolate a utilizar va a variar en función de la intensidad que queramos. Para la tarta de la foto, se ha utilizado 250 gramos y como se ve ha quedado de un sabor muy intenso. Una vez el chocolate esté disuelto añadimos el azúcar blanca, también según la queramos más o menos dulce y medio litro de nata. Removemos bien hasta que estén todos los ingredientes mezclados y el azúcar diluido y guardamos en la nevera entre tres o cuatro horas, hasta que esté suficientemente fría para poder montarse.
Mientras tanto, y esta parte es totalmente opcional, se puede poner unas cucharadas demermelada de fresa, se ponen en un calentador con un poco de agua y se crea una especia de almíbar de fresa. Una vez el almíbar esté hecho, lo esparcimos con una espátula sobre las bases de tarta, para que se empapen y no se queden secas. Esta operación es opcional y puede hacerse con agua de azahar, de vainilla… Al gusto del consumidor.

La decoración de la tarta

Una vez que tengamos la trufa totalmente fría, procedemos a montarla con las varillas. En unos instantes adquirirá una consistencia adecuada para trabajar con ella. Aprovechamos también y montamos la nata con el azúcar glasé. La cantidad de azúcar, como siempre, al gusto, pero entre 20 y 50 gramos está bien. Se puede ir probando hasta que alcance el dulzor que queramos.
Para rellenar la tarta lo podemos hacer si queremos con una cuchara hasta que quede una capa gruesa. El relleno puede ser de trufa, de nata o de trufa y nata. Para que quede bonita, podemos rellenarla de los dos sabores, por ejemplo a mitad o si tenemos paciencia, se puede hacer con la manga pastelera, intercalando nata y trufa.
Para el exterior de la tarta, haremos lo mismo. El exterior de la tarta, para que no se vea la base, se cubre con nata o trufa montada. En este caso, lo mejor es elegir una de las dos, para que no se entremezclen. La parte superior la decoramos al gusto con la nata y trufa sobrante, según nos apetezca. Metemos en la nevera hasta que se vaya a consumir, dentro de los dos días siguientes a su realización para que no siente mal.
Como se ve una tarta muy sencilla de hacer y que será del gusto de todos los amantes de la nata y el chocolate. Ideal para merendar con una bebida caliente.

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